La ojo de la aguja

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La ojo de la aguja

¿Qué es pasar por el ojo de la aguja? Es pasar de la identidad individual al estado de unidad. El estado de unidad es nuestro estado original y la identidad individual es algo adquirido. Es evidente que para pasar por el ojo de la aguja hay que querer pasar por el ojo de la aguja. La mayoría de los seres humanos no quieren pasar por el ojo de la aguja, no quieren la trascendencia, no quieren dejar de ser seres humanos. Solo quieren ser seres humanos mejores, con vidas más felices, más plenas, más realizadas. Por eso, parece evidente que las enseñanzas no duales como Un curso de milagros van a tardar mucho en ser populares.

El otro lado de la ecuación es que se paga un alto precio por la vida individual y separada. El rozamiento, o el sufrimiento, puede ser intenso, y a veces atroz. Los deseos a veces se cumplen, pero muchas veces no. Aquí nada dura: ni los proyectos, ni los trabajos, ni las relaciones. Todo acaba viniéndose abajo. Y acaba viniéndose abajo como una cuestión estructural de la construcción de nuestra realidad misma. No puede no venirse abajo. Vivimos en una condición de precariedad sabiendo que un día moriremos y “perderemos” todo lo que hayamos acumulado hasta ese momento: afectos, prestigio, posesiones…

Por eso, es tal vez un pronto, un aire, un impulso, lo que puede hacer que cuando veamos abierta la puerta de la trascendencia, decidamos pasar por ella con firmeza, sin mirar atrás, sabiendo que todo lo que creíamos ser se deshará en un momento. ¡Qué miedo!... ¡y qué descanso!

Texto Miguel Iribarren

FotoPhoto by Rob Morton on Unsplash